La fotografía emocional suele tener una gran historia detrás de cada foto, y así es en el caso de la sesión de Pemba con su Familia.
Lo más bonito de ser fotógrafo, es la capacidad de crear recuerdos y contar historias para las personas que se ponen frente a mi. Historias que muchas veces sólo conocen sus protagonistas, porque van más allá de la simple estética.
Esta es una pizca de una sesión sobre una gran historia, la Familia de Pemba.
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