Soy padre, compañero de vida de Mayka y fotógrafo por vocación. Mi primer contacto con las cámaras, fue a los 10 años cuando desmonté la cámara réflex y un 50mm de mi madre...después de eso pasaron muchos años hasta que decidí dedicarme a la fotografía y ya llevo más de 10 años fotografiando bodas, personas y momentos.

Me considero una persona sencilla, sensible, curiosa, creativa, y también a veces algo despistado. Valoro mucho la educación y el respeto por la Vida. Creo en las personas y me encanta emocionarme cuando tengo la suerte de presenciar un sentimiento auténtico.

Pero, igual que cuando trabajo, no me gusta mucho ser el protagonista ni hablar sobre mi, y como estoy convencido de que podréis conocerme mejor a través de mis imágenes que a través de mis palabras, comparto con vosotros algunas de mis fotografías más personales, imágenes que forman mis propios recuerdos.

Ese es para mi el auténtico valor de la fotografía...transformarse en recuerdos con la capacidad de hacernos sentir.

La Vida es una suma de instantes y me siento afortunado de poder dedicarme a capturarlos.